Aunque las palabras cerradura y cerrojo pueden sonar parecidas, cada una de ellas se refiere a un tipo de mecanismo diferente de seguridad.
La diferencia entre una cerradura y un cerrojo es que las cerraduras combinan el uso de un cierre (usualmente en forma de pomo o manija) y uno o varios pasadores, mientras que los cerrojos solo cuentan con un pasador de seguridad.
Para que se entienda mejor, las cerraduras tienen dos elementos de seguridad que es necesario abrir para desbloquear la puerta.
Imagina que vas a salir de casa y tu puerta está cerrada con llave: las vueltas que da la llave para quitar los pasadores serían la primera capa de seguridad, mientras que el gesto que hacemos al girar el pomo o la manija que retira el pestillo que mantiene la puerta cerrada sería el segundo.
En cambio, en un cerrojo el pasador o pestillo es único, por lo que solo contaremos con una capa de seguridad, y normalmente se utilizan para asegurar que una puerta o ventana estén bien cerrados y evitar técnicas usadas por ladrones como el bumping.
Cuando usar un cerrojo y cuando usar una cerradura
Dependiendo las necesidades de seguridad que tengamos, utilizaremos una cerradura o un cerrojo.
Los cerrojos suelen utilizarse como medida de seguridad extra o para proteger espacios en los que nos encontramos. Podemos encontrar una buena variedad de tipos distintos de cerrojos:
- Cerrojos embutidos: Estos cuentan con un pasador que se embute físicamente dentro de la puerta o el marco embellecedor de aquello dónde está colocado. Suelen permitir abrirse desde ambos lados de la puerta.
- Cerrojos de seguridad de uno o varios cilindros: Estos se montan sobre la puerta o ventana que queramos proteger y cuentan con un gancho o pasador que se acciona bloqueando ambos elementos. Estos solo permiten acceder desde el interior de la puerta.
- Cerrojos electrónicos: Con la misma base que los cerrojos de seguridad, los cerrojos electrónicos accionan a distancia mediante un mando o aplicación, permitiendo acceder desde dentro y desde fuera al cerrojo.
Cuando queremos más seguridad y la posibilidad de acceder desde ambos lados a una puerta utilizaremos una cerradura. Estas van embutidas en la puerta y forman parte de ella, haciendo mucho más complicado vulnerar su seguridad y permitiendo un acceso fácil.
Dentro de las cerraduras podemos encontrar varios tipos dependiendo la seguridad y el uso que vayamos a darles:
- Cerraduras de un cilindro o de perfil europeo: Este es el tipo de cerradura más simple y común. Un único cilindro accionado con una llave nos permite acceder al único pasador de la cerradura.
- Cerraduras multipunto: Las cerraduras multipunto se componen de varios anclajes con pasadores en distintos puntos de la puerta. Esta va embutida dentro y se acciona mediante una llave. Es el tipo de cerradura más común en la puerta de la mayoría de hogares del mundo.
- Cerraduras electrónicas: Estas cerraduras combinan la tecnología y la seguridad para ofrecer una alternativa más adaptada a los tiempos modernos, ofreciendo varias maneras de desbloquearlas y pudiéndose encontrar tanto en un formato cilíndrico como en formato multipunto.
Como puedes ver el uso que se le da a una cerradura y a un cerrojo no es el mismo, aunque al final el objetivo si sea el mismo: Proteger.
Combinando cerradura y cerrojo para mayor seguridad
Si lo que buscas es aumentar la seguridad lo ideal es combinar una buena cerradura con un cerrojo de seguridad.
Por un lado necesitas una cerradura que cuente con un bombín de seguridad y que ofrezca resistencia a todo tipo de ataques como el bumping, la penetración o las ganzúas. Si quieres conocer algunos ejemplos en este artículo ya hemos hablado de las 10 cerraduras más seguras del mercado, así que échale un ojo.
Para maximizar la seguridad lo ideal es añadir un cerrojo. Puedes decidirte por un cerrojo manual de uno o varios cilindros, que instalaras en la parte trasera de la puerta y accionarás cuando no quieras que nadie la abra. O puedes escoger un cerrojo electrónico invisible que te permitirá acceder de manera remota y mantendrá tu puerta bloqueada incluso cuando no estás en casa.
Estos últimos son cada vez más comunes en los hogares y son el sistema anti ladrones perfecto, ya que son físicamente inaccesibles.
Combinando ambos métodos te aseguro que estás poniendo extremadamente difícil a cualquier persona que quiera acceder sin tu permiso, ya que no solo tendrá que forzar una cerradura profesional, también tendrá que encontrar una manera de abrir el cerrojo que está situado en la parte interior de la puerta.
Preguntas Frecuentes
¿En qué tipo de puertas se pueden instalar los cerrojos?
Los cerrojos pueden ser instalados en todo tipo de puertas, ya sean de metal, madera o cristal.
¿Es más seguro un cerrojo o una cerradura?
Tanto los cerrojos como las cerraduras son sistemas de seguridad que ofrecen un nivel de seguridad similar, cada uno con sus ventajas y desventajas, y que alcanzan su máxima eficiencia cuando se utilizan al mismo tiempo.