La ocupación (también conocida cómo ‘Okupación’) es un problema que cada día está más presente en nuestra sociedad. Debido a como las leyes amparan a los ocupas y a la lentitud de esta a la hora de resolver estos conflictos, son cada vez más los propietarios de segundas residencias que se enfrentan a esta situación.
Una situación que se vuelve rápidamente una pesadilla para cualquier propietario, ya que no solo privan del uso, disfrute o rédito económico de la vivienda, también generan unos gastos y desperfectos que el propietario deberá asumir hasta que la justicia resuelva la demanda y recuperen la vivienda.
Además, estos gastos (servicios básicos cómo la luz y el agua) y desperfectos, no serán reembolsados una vez el propietario recupere la vivienda y acabe con la pesadilla. Una factura que fácilmente se puede ir a decenas de miles de euros sin contar las pérdidas materiales o los posibles réditos económicos que se pierden durante los largos meses o años que se tarda en solucionarlo.
Es por eso que es muy importante conocer las causas, los métodos y tener las claves para evitar dentro de lo posible que una situación así nos ocurra si somos propietarios de una segunda vivienda.
Índice
Los diferentes tipos de Ocupación
Lo primero que debemos tener claro es que no solo hay un método de ocupación. Los ocupas, sabiendo que la ley les ampara durante un largo periodo de tiempo hasta que se resuelve la demanda, son ‘expertos’ en buscar y conocen todos esos huecos legales que les permiten ocupar una casa durante un largo tiempo sin repercusión ninguna.
Vamos a conocer cuales son los distintos métodos que los ocupas utilizan para ocupar una casa de manera que la ley les ampare y sea el propietario el que deba acudir a los tribunales con tal de recuperar su vivienda.
Ocupación de casas no habitadas o segundas residencias
La ocupación de segundas residencias o casas no habitadas durante un largo periodo de tiempo es la más conocida. El ocupa, aprovecha el hecho de que la casa está habitada pocos días al año para entrar y ocuparla.
Una vez se produce esta ocupación y el ocupa se establece en esta casa, las fuerzas del orden no pueden entrar a desalojar los ocupas ya que se considera que esa es su residencia o morada y hace falta la intervención judicial para que se pueda proceder a desalojar a los ocupas.
El ocupa solo debe mostrar que efectivamente esa es su residencia habitual. Comúnmente esto se hace probando que sus posesiones ya se encuentran en la casa y cambiando el bombín de la puerta, por lo que se presupone que esta lleva habitada un tiempo por el ocupa.
Ocupación de casas mediante el alquiler
Otra vertiente de la ocupación más reciente y menos conocida es la ocupación mediante alquiler.
El propietario de la vivienda alquila esta a un inquilino que a priori, parece una persona solvente y seria que se compromete al pago del alquiler mensualmente, proporcionando el pago del primer mes y demás pagos que se efectúen tras el contrato de alquiler.
La realidad por otro lado, es que este ocupa no tiene previsto pagar nada más por la casa, y la sorpresa viene cuando al mes de alquilar la vivienda los impagos empiezan a acumularse y el inquilino o inquilina se niega a abandonar la vivienda.
Cómo en el caso anterior, al ser la morada o residencia de una persona, las fuerzas del orden no pueden desalojar a la persona si no es mediante la autorización expresa de un juzgado, lo cual supone meses o años de litigios durante los cuales el propietario se hará cargo de todos los servicios y gastos ocasionados.
Cómo evitar que tu casa sea ocupada
Para evitar la ocupación de una segunda vivienda, debemos primero pensar en cuál de los dos casos anteriormente mencionados podemos encontrarnos.
Ante la ocupación de casas no habitadas o residencias vacacionales, que no están previstas para alquiler, la mejor solución es contar con sistemas de alarma que nos permitan identificar cuando se produce una ocupación y avisar inmediatamente a las fuerzas del orden de que nuestra vivienda está siendo sujeto de un robo.
Si, has leído bien, es importante entender que la ocupación no se produce hasta que el ocupa se asienta en la casa haciendo de esta su residencia, por lo que en este caso se trata de un robo en una vivienda y así es cómo debes transmitirlo a las fuerzas del orden si (esperemos que no) llega el día que tengas que hacer esa llamada.
Estos sistemas de alarma son diversos y variados, y no solo se deberían basar en tecnología o sistemas de seguridad. Un vecino que viva habitualmente en la zona o el edificio puede ser la mejor alarma de la que dispongas, ya que estos son conscientes de cuando hay alguien en casa y pueden avisar rápidamente si perciben ruidos o movimiento dentro de la vivienda.
En el caso de las ocupaciones mediante el alquiler, la mejor solución es la no-confianza y la investigación del inquilino previa firma de contrato y entrega de llaves. Muchos de los ocupas optan por falsificar las nóminas o documentos que aportan para aparentar una estabilidad económica y crear una falsa sensación de seguridad ante el dueño o la inmobiliaria.
Antes de decidirnos a alquilar la casa es importante que comprobemos todo lo que podamos sobre la persona que pretende alquilar la vivienda. Por suerte, vivimos en el siglo 21 y toda esta información puede encontrarse o solicitarse de manera relativamente sencilla.
Aquí te dejo unos sencillos trucos que podrían salvarte de una ocupación:
- Comprueba la documentación aportada y busca la empresa: Asegúrate de contactar personalmente con ellos para corroborar que la documentación es cierta (las nóminas, el tipo de contrato y su duración, el tiempo del contrato…) antes de dar por válido cualquier documento que se aporte.
- Acércate a tu ayuntamiento o servicios estatales para comprobar cualquier cosa que te haga sospechar lo más mínimo. Incluso si esta información se requiere mediante pago previo, unos pocos euros te pueden salvar de la pesadilla y el coste de tener una vivienda ocupada.
- Nunca alquiles tu vivienda sin conocer previamente al inquilino. Aunque esta no es una técnica infalible, utilizando los datos que ya te ha proporcionado pregúntale acerca de estos, observa cómo se comporta y pide referencias de otros lugares dónde haya estado de alquiler.
En definitiva, cualquier información adicional que puedas conseguir, incluso si esto supone una pérdida de tiempo o molestia para ti, es esencial a la hora de distinguir un inquilino legal de uno que pretende ocupar la vivienda durante un tiempo indefinido.
Los puntos más vulnerables de tu casa y por dónde entran los ocupas
Conocer los posibles puntos de entrada a la vivienda desde el exterior es lo primero que debemos hacer si queremos blindar nuestra vivienda ante posibles ocupaciones.
La puerta
La puerta es la entrada principal de la casa, y cómo tal, uno de los posibles puntos de acceso de los ocupas.
Normalmente el acceso a través de la puerta se realiza forzando y rompiendo el bombín de la cerradura, que dependiendo de la cerradura y de la puerta será más sencillo o más complicado para los posibles ocupas.
Contar con una puerta blindada y una buena cerradura es esencial, pero esto no nos garantiza que los ocupas, con paciencia y tiempo puedan entrar igualmente. El bombín de la puerta está expuesto al exterior y esto lo hace vulnerable.
Para proteger la puerta de una manera efectiva lo mejor es contar con una cerradura electrónica instalada en el interior.
Estas cerraduras se accionan mediante un sistema inalámbrico o a través de nuestro teléfono móvil, y al estar instaladas por la parte interna de la puerta, hacen que el acceso a esta sea extremadamente complicado para una persona que intenta acceder desde el exterior.
La instalación es sencilla y es un método muy efectivo con el que disuadir a posibles ocupas o ladrones. Si tras el tiempo y trabajo que supone abrir una puerta cerrada se encuentran ante una cerradura extra a la cual no pueden acceder y que requiere hacer mucho ruido para forzarla, los ocupas se lo pensarán dos veces antes de levantar cualquier sospecha entre los vecinos o residentes de la zona.
Las ventanas
Las ventanas, especialmente en viviendas unifamiliares o pisos situados a una altura que pueda ser alcanzada trepando por la fachada u otros elementos de la vivienda son entradas que los ocupas y ladrones suelen utilizar para colarse dentro de una casa.
Estas son estructuralmente mucho más débiles que las puertas, no solo porque suelen estar construidas en cristal, además normalmente son pequeños cerrojos los que las bloquean en su posición cerrada, haciendo de ellas el lugar perfecto para entrar a ocupar una casa.
Si las ventanas o balcones no cuentan con elementos extra de seguridad cómo barrotes o estructuras que los cubran cómo cubiertas de metal, la mejor opción es instalar sistemas de alarma que avisen cuando se produce una entrada no autorizada.
Sistemas de seguridad para proteger tu casa de los ocupas
Si eres propietario de una segunda vivienda te aconsejo encarecidamente que instales un sistema de seguridad que te permita proteger tu casa y reaccionar rápidamente ante cualquier posible intruso u ocupa que intente acceder a esta. Cuando se está produciendo una ocupación el tiempo de reacción es lo más importante.
A continuación te voy a enseñar varios sistemas de seguridad que puedes instalar personalmente y que te permitirán controlar a tiempo real estés donde estés el estado de tu vivienda, y en el caso de que se produjese un intento de robo u ocupación, te den tiempo de reacción para avisar a las autoridades del hecho cuando se está produciendo.
Sensores de alarma combinados (puertas/ventanas/movimiento) con aviso por GSM
Los sensores de alarma con aviso por GSM (a través de la red móvil) son un sistema de seguridad ideal para segundas residencias.
Estos sensores se colocan en las puertas, ventanas y habitáculos de la casa, creado un sistema perimetral de defensa que nos avisa a través de la red móvil de cualquier cambio en el estado de estas.
Normalmente vienen en un pack con diversos sensores que incluyen sensores de apertura para puertas, ventanas y sensores de movimiento para colocar en estancias de interior o exteriores. La instalación y configuración de estos se hace a través de un panel de control central (que también viene incluido) y a través de una aplicación para dispositivos móviles.
La característica fundamental es que estos sistemas cuentan con conectividad móvil a través de una tarjeta SIM (la misma que en los teléfonos móviles) por lo que nos permite consultar a tiempo real y recibir alertas en forma de notificación o llamadas cuando salta una de las alarmas.
Estas alarmas no tienen un coste mensual fijo cómo si lo tienen las alarmas de empresas, aunque hay que tener en cuenta que el mantenimiento de la tarjeta SIM corre de nuestra cuenta. Para ello podemos utilizar una tarjeta prepago de cualquier compañía o una tarjeta de contrato con un contrato básico. Esto supondrá un gasto aproximado de entre 3 y 10 euros mensuales, dependiendo la opción que escojamos.
Aquí te dejo varias opciones:
Respecto a la tarjeta SIM, si no tienes una compañía preferida o no quieres buscar, existen alternativas ya preparadas para este tipo de servicios.
Tarjeta SIM Multiformato Pago por Uso (con Datos IlimitadosGRATIS) o Tarifa Plana | SIN permanencia | para Móviles, Alarmas, Relojes, localizadores... | GSM-2G/3G/4G | Llamadas | SMSs | Datos | Amazon |
Conclusiones y nota del autor
La intención de este artículo es dar a conocer y aportar información y soluciones a un problema que existe en nuestra sociedad, y en ningún caso trata de crear alarmismo.
La ocupación de inmuebles o residencias no habitadas permanentemente de personas físicas es algo que sucede de manera ocasional, ya que los propios ocupas entienden perfectamente la diferencia entre la usurpación o allanamiento.
Es un problema que sobre todo se da en viviendas secundarias, destinadas a recreo vacacional, alquiler, venta o pisos vacíos. En los primeros supuestos, es decir en los supuestos donde el propietario utiliza la vivienda asiduamente los procesos de desalojo suelen ser mucho más eficaces y rápidos. El problema real reside cuando no se puede justificar de una manera contundente el uso de la vivienda, y en estos casos, la demora que puede suponer el desalojo se convierte en una pesadilla para los propietarios.
La instalación de sistemas de alarma para prevenir estas situaciones es una solución especialmente útil para los particulares que además de proteger ante posibles robos, nos pueden evitar que por pequeña que sea esta posibilidad, seamos uno de los afectados y tengamos que pasar por un proceso largo y tedioso para recuperar nuestra vivienda.